En el laboratorio se trabaja con distintas nanoestructuras tales como liposomas, nanopartículas, o puntos cuánticos, entre otras, para ser utilizadas como transportadores de fármacos o como efectores de terapia fotodinámica o fototérmica, y con especial foco en afecciones de la piel (cáncer de piel, leishmaniasis), veterinaria, cosmética, etc. El LANSAB además estudia la toxicidad de los nanosistemas obtenidos en modelos in vitro, y del impacto de sus desechos en la salud de suelos.